UNA ESPERANZA DE CAMBIO Y UNA OPCIÓN POR UN PROCESO CONSTITUYENTE EN NUESTRO PAÍS.
Los resultados de las pasadas elecciones al Parlamento Europeo deben considerarse como muy positivos. Lo son para el conjunto del país y de la sociedad y lo son también para la izquierda. El rasgo más destacado ha sido reiteradamente señalado: la crisis electoral del bipartidismo, un varapalo que va más allá de un hecho testimonial. La pérdida de más de cinco millones de votos del PP y del PSOE respecto a las anteriores elecciones europeas y más de 30 puntos porcentuales evidencian el rechazo a unas propuestas políticas que, en el contexto de la gestión de la crisis han empobrecido a la mayoría y han mostrado el compromiso de los dos partidos con las élites financieras y económicas. Pero ha sido también la expresión contundente de una impugnación al modelo bipartidista en su conjunto: a su ocupación excluyente de la mayoría de las instituciones, a su connivencia con la corrupción, a sus privilegios… la mayoría del país ha dicho en estas elecciones que YA es suficiente.
La izquierda alternativa ha mejorado espectacularmente su representación. Izquierda Unida ha triplicado sus resultados mejorando con mucho su situación anterior. Y la irrupción de Podemos muestra las opciones y oportunidades que se abren para la izquierda alternativa en la construcción de un bloque social y político alternativo. Otras fuerzas como Compromís/Equo han conseguido también resultados que sumar a esta reflexión sobre la mejora de los resultados en el seno de la izquierda. Continua llegint