…Yo amo a todos los hobres que bucean . Cualquier pez puede nadar cerca de la superficie,,pero le corresponde a una gran ballena el bajar cinco millas o más; y si no alcanza el fondo ni con todo el plano en Galena (Galena, Illinois, era famosa por sus minas de plomo) se puede formar la plomada que lo haría. No estoy ahora hablando de míster Emerson (Ralph Waldo Emerson 1803–882, fue un escritor, filósofo, etc.,de EEUU. Lider del movimiento del trascendentalismo a principios del siglo XIX) sino de todo el ejercito de buceadores del pensamiento, que han estado buceando y saliendo otra vez con ojos inyectados de sangre desde que el mundo comenzo.
Herman Melville
FILOSOFIA Y REVOLUCIÓN De Hegel a Sartre y de Marx a Mao siglo XXI(1977) Raya Dunayevskaya
…A causa de mi profunda confianza en que los jovenes luchan por ser “buzos del pensamiento” (soló por ser jovenes y fuertes, sean o no grandes nadadores), quisiera invitarlos a bucear en la batalla para desafiar el conocer a Marx y el marxismo posterior. Esa batalla revelaría la madurez mucho mayor de este período historico en comparaciónmcon la generación de los años 60. Es cierto que esos años fueron tan activos para las masas que en 1968 llegó al umbral de la revolución. Sin embargo, el hecho de que quedo como un acto inconcluso hizo evidente a al generación siguiente que aquellos acontecimientos habían demostrado hasta la saciedad cómo la falta de una teoría seria podía viciar las metas del activismo. La idea de que la actividad y sólo la actividad los eximiría del duro trabajo de recrear la teoría de Marx sobre la “revolución permanente” para su época y que la teoría recogida “en el camino” resolveria la totalidad de las crisis sociales, políticas y económicas, así como terminaría la guerra del imperialismo USA en Vietnam, terminó en un total fracaso.
Nota biográfica
…..Yo procedo de la Rusia de 1917 y de los guetos de Chicago, donde por primera vez vi a un negro. La razón por la que he empezado de esta forma y resulta cierto, es que era analfabeta. Usted sabe, se nace en un pueblo fronterizo, alli hay una revolución, una contrarevolución, un antisemitismo, usted no sabe nada pero experimenta muchas cosas….Es decir, usted sabe que es revolucionaria, sin embargo se opone a todo.
…Ahora, ¿cómo sucede que una persona analfabeta, quien claro está, no conoce a Lenin ni a Trotsky, quien de niña no habia visto jamás a un negro, haya comenzado a desarrollar todas las ideas revolucionarias que llegaron a ser conocidas como humanismo-marxista en los años cincuenta? ¡No es nada personal en absoluto! Si usted vive cuando nace una idea y cuando una gran revolución en el mundo, el hecho de dónde usted es no tiene ninguna importancia, para que esto se convierta en un nivel de desarrollo de la humanidad…
Raya Dunayevskaya (Rae Spiegel) nació en 1910 en Ucrania, cerca de la frontera Rumana y emigro hacia los EEUU en 1922, hacia la ciudad de Chicago, donde su padre se había instalado unos años antes.
A mediados y finales de los años veinte, Dunayevskaya trabajó en la organización de jóvenes comunistas de Chicago, la Liga de Jóvenes Trabajadores, escribiendo materiales para su periódico el Young Worker (El Joven Trabajador). Ella distribuyó Harvest Worker, el periódico del comité comunista en una tienda en la International Harvester de Chicago.
Contribuir con la población negra de Chicago fue otra de las áreas de actividad política de Dunayevskaya como adolescente. Ella trabajó durante sus años en Chicago (1925-1927) en las oficinas del periódico Negro Champion del Congreso Obrero Negro Americano (The American Negro Labor Congress). También escribió críticas y reseñas de libros y mantuvo correspondencia con varios escritores negros de ese período.
…Recuerdo en Illinois en los años veinte cuando cada domingo era un domingo rojo para bajar a la región minera y participar en la distribución de periódicos y la realización de charlas… En los años veinte, aquellos negros que ya hablaban con el lenguaje de Marcus Garvey, lo que para mi era la revolución rusa.
Después de haber sido expulsada de la Liga de los Jóvenes Trabajadores en 1928 por cuestionar una resolución que denunciaba a León Trotsky, Dunayevskaya abandonó Chicago, buscando a los trotskistas, primeramente en Nueva York. Durante los próximos años trabajó y escribió para la Liga de los Comunistas de América y para su periódico, The Militant (El Militante) y con su grupo de jóvenes, el Spartacus Youth Club (el Club de Jóvenes Espartaco) y su periódico Young Spartacus (El Joven Espartaco). Ella tuvo el cargo de administradora del Russian Bulletin of the Opposition (Boletín Ruso de la oposición) en 1933-1934 y de nuevo en 1938. Sus viajes durante la gran depresión de los años treinta la llevaron a lo largo y ancho de los Estados Unidos, que hervía con las luchas obreras, con la organización de los desempleados y las protestas de los negros.
En 1937 Dunayevskaya viajó a México para convertirse en la secretaria de idioma ruso de Trotsky. En 1938 regresó a los Estados Unidos, y más tarde rompió con Trotsky a consecuencia del análisis de la naturaleza de clases de la Unión Soviética, del mismo modo que el pacto suscrito entre Hitler y Stalin (agosto de 1939) le sirvió de inspiración para repensar el marxismo de su época.
…En 1936 yo quise unirme a los americanos que estaban luchando contra el fascismo en España. Pero fui rechazada por ser mujer. Entonces me fui a México para trabajar con Trotsky como su secretaria de idioma ruso…
…Este fue el período en que estaban teniendo lugar los grandes procesos judiciales amañados más grandes de toda la historia, dos años en el transcurso de los cuales Stalin exterminó al Estado Mayor General de la Revolución Rusa. Dentro de Rusia, los trabajadores enfrentaron las leyes anti laborales más draconianas, incluyendo campos de trabajo forzado. Y en política exterior fue el período que terminó con la firma del pacto entre Hitler y Stalin, un acuerdo que virtualmente daba luz verde a Hitler para iniciar la Segunda Guerra Mundial…
…Para mi conmoción y descreimiento absoluto, descubrí que con el inicio de la guerra, Trotsky, quien había estado enfrentándose a la burocracia estalinista por más de una década, se dirigía ahora a los obreros y les pedía defender a Rusia porque este era un “estado de obreros” aunque había degenerado”. Aquí tenemos a este hombre que había ayudado a hacer dos revoluciones, la de 1905 y la de 1917, y yo no podía creer que yo le estuviese diciendo a Trotsky, “Usted está equivocado y yo estoy en lo cierto”. En realidad perdí mi capacidad para hablar durante dos días…
…Precisamente, debido a que esto significaba una ruptura y un reto a lo que yo solía considerar marxista, tenía que probarlo. Yo no solamente me estaba oponiendo al pacto entre Hitler y Stalin, sino me estaba oponiendo a la concepción de Trotsky de que la economía nacionalizada se igualaba al estado de “obreros”…
…Me mantuve tranquila durante tres largos años y luego regresé a los tres planes quinquenales originales de la economía rusa, los cuales habían sido publicados a inicios del estallido de la Segunda Guerra Mundial, y también a regresé a Marx, porque sentí que Trotsky no había entendido a Marx, en particular al Marx filósofo…
Los marxistas revolucionarios independientes tuvieron que enfrentar estas nuevas realidades. A mediados de los años cincuenta y hasta la mitad de los años ochenta Dunayevskaya respondió a estos retos mediante el desarrollo del humanismo-marxista como tendencia filosófica, práctica política y expresión organizativa. Sus tres libros: –Marxismo y Libertad; Filosofía y Revolución- “de Hegel a Sartre y de Marx a Mao”(1973), y -Rosa Luxemburgo, la liberación femenina y la filosofía marxista de la revolución- (1982), fueron escritos en el contexto de esos sucesos objetivo- subjetivos acaecidos en el mundo. Los presentes estudios describen el desarrollo de la idea y la práctica del humanismo-marxista a la luz de cada uno de estos trabajos. Para ella, la autodeterminación de la idea de la libertad era esencial para la autodeterminación de los pueblos y las naciones.
El concepto de la crítica: La batalla de ideas y el desarrollo del humanismo marxista
En 1986, Dunayevskaya reflexionó sobre el período de la Guerra Civil Española: “A partir de la Guerra Civil Española surgió un nuevo tipo de revolucionario que se plateó objeciones no solo en contra del estalinismo, sino contra el trotskismo, de hecho contra todos los marxistas reconocidos”. Este nuevo tipo de revolucionario incluía a Dunayevskaya, todavía en su segunda década de vida.
Durante más de medio siglo Dunayevskaya luchó contra las confusiones ideológicas del capitalismo y con igual vigor lo hizo contra las concepciones del marxismo que estaban mutiladas, a medio camino dialéctico en su contenido, y de hecho, a veces anti-dialécticas. Redescubrió, tradujo y arraigó su pensamiento en el humanismo marxista, el cual veía como el eje de su dialéctica revolucionaria. Raya se libró de “las ataduras mentalmente creadas” dentro del movimiento marxista, para crear y desarrollar el concepto del humanismo marxista en los Estados Unidos.
El proceso no era en lo absoluto unilineal e incluyó diferencias teóricas y cortes bruscos. En primer lugar, con León Trotsky “el hombre de la revolución de octubre”, empezando por su análisis independiente de la naturaleza de clases de la Unión Soviética hasta examinarlo críticamente como teórico. En segundo lugar, con el trotskismo organizado, el cual ella consideró no era una alternativa marxista viable y, finalmente, con sus colegas líderes en la tendencia del capitalismo de estado sobre tópicos filosóficos, políticos y organizativos, Raya estableció el humanismo-marxista como un cuerpo de ideas y de organización a mediados de la década del cincuenta.
En el centro de su trayectoria estaba su concepto de la crítica, incluyendo el de la autocrítica. El desarrollo del humanismo marxista fue un proceso contradictorio que implicó una batalla de ideas con otros pensadores y otras tendencias marxistas, así como no marxistas. Al mismo tiempo, podemos tener una noción preliminar de cómo la crítica significa una lucha con otros y del crecimiento de la idea humanista marxista, si brevemente miramos estas cuatro manifestaciones: 1) su intercambio con C.L.R. James, co-líder de la tendencia del capitalismo de estado por una docena de años; 2) su correspondencia con el filósofo hegeliano-marxista Herbet Marcuse en los años cincuenta y sesenta; 3) su aguda crítica del pensamiento de Mao Tse- tung; 4) su constante retorno y examen de los Cuadernos filosóficos de Lenin sobre la Ciencia de la lógica de Hegel. Cada una de estas relaciones será debatida con más detalles en los capítulos siguientes.
A finales de la década del cuarenta, hasta los inicios de la del cincuenta, James y Dunayevskaya (junto con Grace Lee), fueron los líderes de la tendencia del capitalismo de estado. Ellos se esforzaron por repensar y reformular el marxismo para su tiempo. Sin embargo aparecieron agudas y discrepantes actitudes filosóficas, políticas y organizativas hacia la revolución de parte de Dunayevskaya y James, cuando este indagó inicialmente sobre el absoluto de Hegel y se detuvo luego, ahí continuó Dunayevskaya ahondando en aquellos absolutos, observando en ellos nuevos puntos de partida para nuestros tiempos; donde Lee y James desecharon el humanismo, caracterizándolo como una categoría burguesa solamente, Dunayevskaya le entró de lleno al humanismo de Marx; cuando la propia actividad de masas de los mineros de carbón en 1950-1951 fue vista por Dunayevskaya como la base de la organización revolucionaria y del periódico, James comenzó a practicar una profunda despolitización a inicios
de los años cincuenta, deseando no tener presentaciones públicas de las ideas de la tendencia.
En cierto sentido, las diferentes actitudes y tensiones resultantes fueron una divergencia del trabajo político organizativo, en particular en el último período de la existencia de la tendencia cuando tales tensiones significaron no responder como tendencia hacia sucesos objetivo-subjetivos en curso. Sin embargo, al mismo tiempo fue una determinación de Dunayevskaya superar las contradicciones dentro de la tendencia, lo cual le permitió dar un salto en el desarrollo del humanismo marxista. Su avance en 1953 en el absoluto de Hegel, su enfoque en el humanismo de Marx, la nueva forma de organización y el periódico que fundó con los colegas en 1955, fueron creados en oposición a la dirección que James había tratado de darle a la tendencia. Las diferencias con James, aun cuando estas no siempre se expresaron como una abierta batalla de ideas, obligaron a Dunayevskaya a desarrollar concretamente lo que el humanismo marxista representaba en lo filosófico, político y organizativo.
A partir de los años cincuenta y hasta los setenta Dunayevskaya mantuvo correspondencia con el filósofo hegeliano-marxista Herbert Marcuse. En la primera etapa que la llevó a la publicación de Marxismo y libertad (1957), las respuestas de Marcuse a sus escritos fueron muy importantes para la estructuración que Dunayevskaya le dio a esta obra. Los desacuerdos entre ellos se centraron en la “traducción” de la dialéctica a los predios de la realidad política, lo cual estaba relacionado con sus diferentes puntos de vista acerca del papel potencial revolucionario del proletariado en las sociedades industriales en el período de posguerra. Estos a su vez, fueron inseparables de sus puntos de vista contrastantes sobre la relevancia de la idea absoluta de Hegel para un futuro liberador, lo cual puede ser visto en primer lugar en su correspondencia de los años sesenta, mientras Dunayevskaya trabajaba en su segundo libro, Filosofía y revolución.
Marcuse no vio la necesidad de un regreso filosófico al absoluto de Hegel en el mundo de posguerra. En la correspondencia de Dunayevskaya con Marcuse se puede seguir su trabajo para desarrollar un nuevo punto de vista filosófico dentro del absoluto de Hegel y encontrar la expresión del absoluto en los sucesos políticos en marcha, ya fueran las revoluciones africanas como las batallas de los obreros contra la automatización.
La crítica constante de Dunayevskaya al pensamiento de Mao Tse-tung condujo a importantes desarrollos en el pensamiento filosófico humanista marxista. De hecho la denominación de su filosofía como humanismo marxista en 1957 se situó en el mismo período en el cual ella añadía una nota al pie de las pruebas de galera de su libro ya terminado Marxismo y libertad, criticando como falacias hacia el texto de Mao ya publicado de su conferencia “Sobre las contradicciones”.
En 1964 ya había desarrollado un capítulo completo, “El reto de Mao Tse- tung” para la segunda edición de Marxismo y libertad. Aquí distinguió la tendencia filosófica abstracta de Hegel del “espíritu en su auto extrañamiento” en la Fenomenología del espíritu –“el absoluto y la inversión universal de la realidad y el pensamiento, su total extrañamiento de uno a otro” – como representativos del pensamiento de Mao.
En la sección final del capítulo que añadió Raya planteó el problema de los “dos tipos de subjetividad” como características de la época del capitalismo de estado y de las revueltas obreras: “Una cosa es el subjetivismo que hemos estado considerando –de Mao– que no tiene en cuenta las condiciones objetivas…” El segundo tipo de subjetividad estaba representado por millones de personas luchando por la libertad. Dunayevskaya ve el examen de estos dos tipos de subjetividad como esenciales de su nuevo trabajo filosófico ya en progreso.
Durante la próxima década Raya desarrolló estas ideas que se convirtieron en Filosofía y revolución (1973). Su debate en torno a Mao se refirió en este sentido a la sección “El espíritu extrañado de si mismo”, así como al debate de Hegel sobre el intuicionismo en la “tercera posición del pensamiento respecto a la objetividad”, en la Enciclopedia de la lógica. Dunayevskaya vio estas secciones como relacionadas con las contradicciones desarrolladas en los movimientos por la liberación del mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial. El maoísmo se convertía en un polo de atracción para muchos de estos movimientos y su crítica fue una batalla de ideas contra lo que ella consideró como una grave desviación dentro de las luchas por la libertad. Al mismo tiempo, sus debates en torno a las relaciones de la dialéctica de Hegel con los acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX se convirtieron en una parte del crisol a partir del cual fraguó la idea humanista marxista.
A un nivel completamente diferente se mantuvo la “batalla de ideas” de Dunayevskaya con Lenin. A partir de la década del cuarenta y hasta el final de su vida, ella mantuvo las más ricas y revolucionarias “conversaciones” y críticas con Lenin. El Resumen sobre la Ciencia de la lógica de Hegel, escrito por Lenin y que ella tradujo al inglés a inicios de los años cuarenta, fue un punto de partida decisivo para sus trayectoria por la dialéctica hegeliana. A partir de los años cuarenta y hasta entrados los ochenta proliferaron notas, cartas, conversaciones y capítulos de libros sobre Lenin. Esto empezó con los comentarios que acompañaron sus traducciones de Lenin de 1949. Su carta del 12 de mayo de 1953 sobre la idea absoluta de Hegel (ver el capítulo 3) apuntaron a donde Lenin se detuvo dentro del capítulo de la idea absoluta y resaltó la necesidad de investigar más en los propios escritos de Hegel.
En Marxismo y libertad (1957) su debate sobre Lenin se centró en los grandes avances filosóficos que presentaban sus cuadernos acerca de Hegel. Ella los consideró como la preparación filosófica de Lenin para la Revolución Rusa. EnFilosofía y revolución(1973), planteó el problema referido a las “ambivalencias filosóficas” de Lenin en relación con sus Cuadernos Filosóficos. (Ver capítulo 9). En su Rosa Luxemburgo, la liberación femenina y la filosofía marxista de la revolución, Lenin fue visto por Dunayevskaya como parte de la categoría por ella creada de “marxistas pos- Marx”. (Ver más adelante). Finalmente, en 1986-1987 vino un nuevo examen de la trayectoria filosófica de Lenin. Esto condujo a una aguda crítica de los errores de Lenin para adentrarse totalmente en la sección sobre la idea absoluta de Hegel de la Ciencia de la lógica.
Los continuos retornos de Dunayevskaya a Lenin fueron esenciales para el desarrollo del humanismo marxista, un enfoque en desarrollo por Lenin, que incluía la crítica, la cual devino un punto de partida para su propio crecimiento filosófico.
El concepto de Dunayevskaya de la crítica, de la batalla de ideas, no se detuvo en la crítica a otros pensadores y tendencias marxistas. El desarrollo de medio siglo de la idea de un humanismo marxista fue en si mismo un proceso contradictorio, autocrítico, dialéctico. En su más extenso debate sobre Hegel, Dunayevskaya escribió sobre la necesidad de subordinar el absoluto de Hegel al propio método de la subjetividad absoluta de Hegel (Filosofía y revolución, 6). Debido a este trabajo, fue creada una categoría filosófica central del humanismo marxista, la de “la negatividad absoluta como un nuevo comienzo”. (Ver el debate más adelante, en los capítulos 8 y 9). Al mismo tiempo, el nuevo comienzo que ella distinguió a partir del absoluto de Hegel solamente se pudo empezar a destacar mediante la subordinación de su propio cuerpo de ideas a la negatividad absoluta. Si la negatividad absoluta como un nuevo comienzo fue una característica del movimiento de la historia humana, fue distintivo también del marxismo revolucionario –o Dunayevskaya lo pensó y actuó así en el continuo auto- examen y comprobación de su propia obra.
(News and Letters Perspectives, 1984-1985, RDC # 8228).